Carnota

La playa de Carnota, con su vasto arenal bordeado por dunas y marismas, es el escenario perfecto para quienes buscan la tranquilidad de la naturaleza en su estado más puro. Aquí, el Atlántico se muestra en toda su magnificencia, ofreciendo espectáculos de olas que bailan bajo el sol y atardeceres que tiñen el cielo de colores imposibles.

Pero Carnota no es solo su playa. El pueblo y sus alrededores son un tesoro de patrimonio cultural y natural. El famoso Hórreo de Carnota, el más largo de Galicia, es una muestra de la arquitectura tradicional y un símbolo de la rica historia agrícola de la región. Las pequeñas aldeas que salpican el paisaje conservan el encanto de tiempos pasados, invitando a los visitantes a descubrir las tradiciones y la hospitalidad gallega.

La gastronomía en Carnota es otro de sus puntos fuertes. Los mariscos y pescados frescos, capturados en sus propias aguas, son la base de una cocina que seduce por su sencillez y su sabor. Restaurantes y tabernas ofrecen platos donde el producto local es el verdadero protagonista, desde el pulpo á feira hasta la empanada gallega, pasando por el caldo gallego, que reconforta el alma.